07 de Marzo de 2025
Por: Usuario
Relatoría de eventos de búsqueda de Boya Marina
Compartimos la relatoría de Ricardo Antonio, a quién estamos agradecidos por tomarse el tiempo y dedicación para recuperar la boya y para elaborar este bello texto.
San Andrés Tuxtla, Veracruz. A 22 de enero de 2025
Por: Ricardo Antonio Álvarez Hernández
El sábado 18 de enero, estábamos camino al puerto de Veracruz cuando mi esposa Susana, me comentó que se había puesto en contacto una amiga de mi hija Mariana, comentando que había una boya marina extraviada. Que estaba flotando a la deriva desde hacia un mes y que se encontraba cerca de las costas cercanas a los Tuxtla, y si podíamos apoyar o contactar con alguien para la búsqueda ya fuera en mar adentro o bien cuando llegara a tierra. Posteriormente Susana me paso una liga de internet donde se podía ver el seguimiento georreferenciado de la ubicación de la boya con una itinerancia de 1 hr. Me tomé la tarea de revisar las coordenadas y copiarlas y ubicarlas en un GPS. De los datos que emite la boya Marina cada hora se encuentra dirección y velocidad de la corriente, altura de oleaje entre otros.
A partir de ese momento la empecé a monitorear. Me llamaba la atención que tanto la dirección de viento y oleaje marcaban una dirección de este a oeste, sin embargo, la boya se movía en sentido opuesto, revise las condiciones de la corriente en la app Windy Pro y la boya estaba en el centro de una corriente muy fuerte (mayor a 1 Nudo). En este punto la boya se encontraba a 40 km de la costa. Una distancia muy considerable para ir a buscarla por medio de alguna embarcación menor y más considerando que al siguiente día llegaría un Norte.
El Domingo 19 de enero lo primero que hice fue checar la posición de boya y para sorpresa ya se encontraba frente a la costa del Municipio de Ángel R. Cabada con dirección al Sur. Directamente a la costa entre un punto conocido como puntilla y el puerto de Alvarado. Y se estaba moviendo en dirección a la costa a una velocidad de más de 1 km/hr.
En el transcurso de la mañana me comentó Susana que si creía que la pudiera localizar y de ser así que me marcaría a amiga de mi hija. Así fue que al medio día del domingo me contactó la Bióloga Deneb de la Unam. A Deneb le pregunté las especificaciones de la boya como dimensiones, peso, aspecto.
Deneb me envió una infografía de la boya y para sorpresa mía, era un objeto muy pequeño del tamaño de una pelota de basquetboll. Por alguna razón pensaba que era muy grande, pero al verla tan pequeña, hasta nostalgia me dio y empecé a empatizar con ese pequeño objeto perdido en la inmensidad del mar, testigo de amaneceres, atardeceres, del oleaje, del sol, del viento y quizá hasta objeto de juego de algún animal marino.
Ese día la estuve monitoreando hasta media noche, y por las condiciones en ese momento, todo indicaba que tocaría tierra cerca de la costa de puntilla de cerca un pecio de nombre Martinica que encalló hace unos 20 años aproximadamente.El plan era llegar a puntilla y caminar unos 6 km. Hacia el Oeste. Para hacer esta actividad me apoyaría de Susana quien en casa checaría la ubicación y me enviaría las coordenadas mediante un dispositivo de mensajería satelital (inreach de Garmin) y yo con mi GPS manual revisaría el punto donde estuviera.
Había unos inconvenientes... Normalmente cuando hay viento del norte, el mar saca todo lo que está flotando y muchas veces llegan a la costa paquetes de dudosa procedencia y son muy codiciados por los locales ya que dan fuerte recompensas económicas a quien los encuentre…. Y pues estar caminando a lo largo de la playa en pleno norte, se convierte en una actividad muy sospechosa. Ya había contactado a un pescador de Puntilla para comentarle que al siguiente día iría y que quería platicar con él.
El lunes 20 pensaba que, al checar la ubicación, esta me marcaría que ya estaba en la playa. Y para sorpresa había cambiado de rumbo nuevamente, a pesar que el norte era más fuerte (vientos de 60 km/hr y oleaje de hasta 3.5 mts la boya ya iba en dirección hacia el este, ligeramente hacia el sur rumbo a la Roca Partida (volcán extinto).
En este punto le envíe un mensaje un pescador y prestador de servicios turísticos de la zona de Roca Partida que conozco desde que él era un niño y le pedí que estuviera al pendiente porque llegaría una boya Marina de la Unam en algún punto de la costa entre Toro Prieto y Arroyo de lisa. Y que habría una recompensa económica si la encontraba.
Le pregunté a Deneb si podía reprogramar la boya para que diera datos en un intervalo menor, ya que era necesario para poder estar en la zona cuando llegara. Así estuve en contacto con Deneb y Susana mientras tenia señal de celular. En el último punto la boya se encontraba a 300 metros frente a la piedra de Roca Partida y el temor era que pudiese estrellarse con las rocas. La impotencia se hacía presente, ya que aun la viéramos no podríamos hacer nada ya que no había forma de segura de poderla sacar del agua antes que se estrellara en algún punto de la zona de piedras.
En ese momento me moví directamente a la playa de Arroyo de Lisa, cuando llegué, revisé mi dispositivo satelital y Susana ya me había enviado las nuevas coordenadas unos 25 min antes. Para sorpresa, había cambiado de rumbo y estaba librando la zona de piedras (como si supiera).
Pregunté por Pancho (mi contacto en Arroyo de Lisa) y él venía caminando por toda la pedrera y me dijo que ya la había visto, me mostró una foto y que pensaba que llegaría a la playa de Ermitas.
En eso se actualizó la nueva ubicación al dispositivo satelital y al colocarla en el GPS, resultó que estaba a escasos 200 metros de nosotros mar adentro. Entonces Pancho se subió a la camioneta conmigo y nos dirigimos a la playa de Costa de Oro, llegamos y la vi flotando casa en la orilla. Pancho corrió a la playa, pero la boya estaba atrás de las olas. Él consideró que no era seguro meterse al mar por las olas y la corriente de resaca, y la boya se seguiría moviéndose, ahora a zona de piedra de Costa de Oro. Y en ese momento me puse muy nervioso, tenerla tan cerca y ahora estaba en peligro de colisión. Pensé en meterme yo al mar, pero una voz en interior me decía espera… y vino una secuencia de olas muy grandes que empujaron la boya a la orilla. Fue muy grato verla intacta a esta viajera del Mar.
Noticia de recuperación de la boya